viernes, 10 de octubre de 2008

¿CHAU PERSECUTA?

Hace unos meses, en marzo precisamente, nos encontramos con una noticia llamativa, que tuvo su cuarto de hora en los medios y que luego se hizo humo. Se trata del anuncio por parte del Ministro de Justicia, Aníbal Fernández, de despenalizar la tenencia de drogas para consumo personal.

Lo primero que hay que decir sobre la despenalización, es que no es equivalente a legalización (vamos de a poco). Que la tenencia para consumo no esté penalizada significa que si tenés poco de lo que sea, no vas a estar cometiendo delito alguno (anda a saber qué significará poco cuando esto llegue a ser ley), no te van a poder hacer causa de nada. La venta va a seguir siendo ilegal, y por mucho tiempo más.

Los interesados pudimos enterarnos de que el anuncio de esta medida partía de dos premisas básicas, es decir, los motivos políticos (los jurídicos son más lindos y vienen después). Por un lado, la actual ley de estupefacientes, la 23.737, al penar la tenencia para consumo personal, es una ley por cuya infracción se inician alrededor de 12000 causas anuales. Esto produce estancamiento en los juzgados y contribuye a hacer ¡más! lento al sistema judicial, sin contar el dinero que estas causas de dos porros le cuestan al Estado.

Por otro lado, se anunció que al despenalizar, se van a implementar políticas de “Reducción de Daños”. Esto es algo que se hace en países donde el consumo no está penalizado, y consiste en brindarle a las personas que no puedan o no quieran dejar de consumir las herramientas, educación, elementos de prevención, para que se droguen de la manera menos riesgosa posible. En caso de que el consumidor represente un peligro para él mismo o para otros, bueno, ahí sí, creo que te internan o te mandan a una granjita. Pero lo central es que la cárcel no es el lugar ni para el consumidor ni para el adicto.

Ante este anuncio, apareció en los medios un personaje singular, Claudio Izaguirre, presidente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina (le habrán puesto “República” porque si no quedaba AAA?), personaje simpático por lo impresentable pero dañino por todo lo demás. Son de su autoría frases como “los vendedores de paco son todos peruanos”, “hay gente que no va a estudiar a la Universidad, sino a hacer política y a consumir drogas en los patios” o “la plantita [de faso, claro] del patio de la casa no pega, la que pega es la de la villa”. Este señor fue la única oposición al anuncio del Gobierno de despenalizar.

Todo esto pasó entre marzo y mayo de 2008. Después el tema medio que se durmió, Izaguirre dejó de ir a los programas, Aníbal también, lo del campo duró mucho más de lo que todos esperábamos y nos olvidamos. Pero el martes 9 de septiembre vi una nota en el Página, que se titulaba “Con mayoría para despenalizar” y acá viene la parte más linda de todo el asunto, y es otro motivo para despenalizar, el más importante, bah creo yo.

Resulta que según cuatro jueces de la Corte Suprema (Zaffaroni, Petracchi, Argibay y Maqueda) considerar un delito al consumo de drogas es inconstitucional. Bueno, no solamente según ellos, también lo creen así muchos jueces, abogados y personas del país y del mundo. En nuestra Constitución, el artículo 19 dice: “Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe.”

Estos cuatro jueces (son siete en la Corte Suprema, en total), consideran que consumir drogas (la que sea) forma parte de las llamadas “acciones privadas”. Y lo que dice la nota del Página, a grandes rasgos, es que hay un expediente circulando en la Corte, y que estos jueces ya lo firmaron. Con la mitad más uno alcanza, pero los otros tres quieren profundizar un poco el debate y bla, bla, bla. El tema es que (cito) “El caso tiene “trámite acelerado”, como le dicen en la jerga cortesana. Esto no quiere decir que la resolución va a salir ya mismo, pero sí que tiene chances para antes de fin de año.” Y si sale el fallo, se da el empujón final para que se modifique la ley. ¿Chau persecuta?



Bueno, esta es una nota escrita para la revista Lanzallamas, una publicación interna de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Y el tema es siempre el mismo.

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